I. Genaro y su aprendizaje.
Genaro pensaba que cualquier golpe que impactara sobre la superficie de su vida sería un gran cambio en su medio. Tal así era el asunto que él creía que cualquier hecho que se cruzase por su camino iba a cambiarlo de manera permanente. Quizás todavía no haya descubierto la habilidad primaria de todo ser vivo, elegir un camino.
II. Las luces se encienden cuando nosotros buscamos luces.
Al elegir un camino, nosotros estamos alimentando nuestra vida. Dejando una posibilidad atrás para abrirle las puertas a otra. Al elegir un camino estamos ignorando un lado oscuro para darle espacio a la luz.
III. Modernidad, tecnología y sociedad.
Mientras la fila avanzaba hacia la máquina corta cabezas, él miraba atentamente desde un costado. Los primeros tenían un panorama más crudo de las cosas, la muerte se presentaba frente a sus ojos pero no querían quitarse de la fila por haber estado en ella durante largos años. Los del medio escuchaban rumores de lo que se avecinaba pero sin embargo, ellos podían ver que los de adelante no se quitaban de la fila. Por ende, no tenían de que temer. Los últimos, que de a poco iban llegando, no sabían por que estaban allí. Ellos se acercaban a preguntar que pasaba pero la respuesta que recibían era obligarlos a hacer la fila para enterarse.
IV. ¿Cómo no engañarnos?
Hacer. No dejar que algunas tentaciones quiebren nuestros objetivos. A veces nos ponemos obstáculos para probarnos a nosotros mismos. Sin darnos cuenta.
V. Falsa rebelión.
I. Al prender la TV pudo apreciar mejor el juego de su enemigo. Este consistía en crear una ideología determinada para reclutar así a sus simpatizantes.
II. Al creer tener la razón, mayormente, solemos darnos un golpe enorme con ella en la cabeza. Así, creyendo que hacemos el bien, intentamos hacer que todas las personas crean nuestra verdad.
III. Mirar un documental o un video de una revolución no nos hace revolucionarios. A veces nos creemos seres revolucionarios por mover una mínima cantidad de gente que ni siquiera sabe que pensar.
IV. La falsa revolución se activa al volverse colectiva, ya que esta no sería más una revolución sino una idea colectiva en contra de otra idea colectiva.
V. La verdadera revolución se encuentra en nosotros mismos. Logrando el equilibrio entre lo que pensamos y lo que hacemos. Poniéndonos en contra y a favor de absolutamente todo para poder lograr una opinión real de cada cosa. Así saber realmente lo que queremos y en base a eso actuar sin seguir a un líder. Alejar las situaciones que no queremos en nuestras vidas y correr por nuestro camino correcto. Eso es una revolución para mi.
domingo, 16 de agosto de 2009
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